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Nación fintech: Por qué España se ha convertido en un hub para las startups

By Alberto Payo, periodista

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Comenzaron siendo esas empresas que los bancos miraban con recelo, desconfianza y distancia, para convertirse en negocios que han transformado nuestra concepción del dinero y las finanzas y han ayudado a los bancos a vestirse con el traje de la innovación.

Las fintech ya no son rara avis en España y, de hecho, cada vez son más numerosas en nuestro país. El diario El Referente publicaba a finales de septiembre su primer estudio sobre fintech en España. De él se puede extraer que ya existen más de 400 startups operando en la piel de toro, siendo unas 350 nacionales y medio centenar extranjeras.

Según el mismo estudio de El Referente, 3 de cada 4 ya colaborarían con compañías del sector financiero y bancario tradicional, una cifra que parecería de ciencia ficción hace unos años, pero que seguirá creciendo en los próximos años, según las proyecciones de Finnovating.

Acorde a la consultora KPMG y su Informe del Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas-KPMG, en 2017 España ya se había alzado como sexto país del mundo por número de fintech, con una facturación que superaría los 100 millones de euros y empleando a más de 3.500 trabajadores (para la Asociación de Usuarios Financieros, ASUFIN, llegan a entre 5.000 y 7.500 actualmente). El documento de KPMG recoge que los verticales con mayor penetración – dentro de la cantidad de subsegmentos que se incluyen en las fintech- eran los préstamos (28%), los pagos (19%) y la inversión (16%).

A nivel regional, la Comunidad de Madrid es el mayor hub en España para las fintech. Ya hay más de 164 compañías de esta clase, según el Referente. Cataluña tiene 107 y la Comunidad Valenciana 24.

En el número 274 del Cuaderno de Información Económica de FUNCAS (Fundación de las Cajas de Ahorro) se habla de que Madrid concentraría este tipo de compañías, atrayendo al 56% del total. Barcelona estaría en segundo lugar, pero a bastante distancia, con un 19% del conjunto, y Valencia en el tercero (7%).

Así hemos pasado a ser uno de los mayores abanderados del fintech

¿Por qué España ha pasado de mirar a las fintech con extrañeza a ser una de las mayores potencias en tecnologías financieras? Han influido varios factores. El primero de ellos ha sido el cambio de mentalidad de los usuarios. En los últimos años nuestro país ha sido uno de los que mayor penetración de smartphones ha mostrado. Las nuevas generaciones, como los millennials y los centennials, no conciben tener que ir a un lugar físico para conseguir dinero y para ellos es natural la propuesta disruptiva de los llamados ‘neobancos’. Asimismo, su confianza en las compras digitales o a través del móvil es mucho mayor que en generaciones anteriores.  

Según el I Estudio sobre Conocimiento, Hábitos y Usos de Fintech en España realizado por ASUFIN, el 95,7% de los usuarios españoles ya utiliza Internet para consultar movimientos bancarios y un 88,5% realiza pagos y transferencias online. Este porcentaje cae en otros usos, como comparar información sobre productos financieros (24%), contratar productos y servicios (24,4%) o gestionar ahorro e inversiones (23%). Un 30,28% de la población aseguraba tener conocimiento de lo que son las fintech.

El uso más generalizado del contactless como método de pago es una tendencia que ha impulsado la COVID-19, según el Informe de tendencias e innovación en medios de pago elaborado por el Payment Innovation Hub. Esto ofrece múltiples oportunidades para las fintech. El pago solo con el smartphone es la más evidente, pero se abre el campo a realizar el pago a través de otras vías, como stickers o pulseras.

Que los comercios y negocios se hayan ido abriendo a estas propuestas también han ayudado mucho a su crecimiento. Por supuesto, también ha influido el cambio de postura de los bancos españoles, como señalan los datos extraídos del informe de El Referente anteriormente mencionados. Dichas entidades se han dado cuenta de que ir de la mano con las fintech puede servirles para diversificarse o incluso innovar, sin necesidad de cambiar toda su estructura o realizar grandes inversiones.

La necesidad de un marco normativo, fundamental para las fintech

En un panel organizado por VISA recientemente y como previa a la última edición de South Summit, se expuso, entre otras cosas, como este segmento aún necesita de cierto sustento institucional en España para seguir creciendo y hacerlo sin trabas.

“Si miramos en países en los que la Fintech ocupa un lugar muy relevante en el mundo financiero, como EE.UU o Inglaterra, podemos ver claramente el apoyo institucional que los mismos han tenido, así como la colaboración con el gobierno, entrada de grandes fondos en el capital, apoyo de grandes corporaciones, etc”, señalaba Mireia Badía, CEO y fundador de la plataforma de financiación participativa Grow.ly.

Para esta emprendedora la “apuesta o no por estos nuevos modelos desde este tipo de instituciones hace que la implantación sea más rápida y eficiente o costosa y larga. Si España quiere dar el salto en su economía debe apostar fuertemente por estos modelos de negocio”, sugería.

En esta línea la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) recoge en su Libro Blanco sobre Fintech, la necesidad de un cambio normativo, un nuevo marco para “una nueva realidad donde prestadores de productos y servicios financieros ya sean nuevos o tradicionales, proveedores de tecnología que les ayudan en la realización de determinados procesos favoreciendo más innovación, y los propios consumidores de servicios financieros, están demandando nuevas formas de ofrecer, contratar y disfrutar de servicios financieros”.

Desde AEFI también ponen de manifiesto que a diferencia de España el resto de países de vecinos sí que han comenzado o están en trámites de iniciar proyectos piloto para diseñar “un marco normativo comprensivo del fenómeno FinTech”. En este sentido, la asociación habla de que esta falta de proactividad por parte de nuestros poderes públicos supone “una clara desventaja competitiva que se traduciría en una salida de capital y de empresas hacia entornos regulatorios más seguros”.

* Este artículo ha sido escrito por un periodista invitado. Los puntos de vista y opiniones expresados en el artículo son los del autor y no reflejan necesariamente la posición oficial de Visa. El autor de este artículo es responsable de toda la información y opiniones expresadas.
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