La vida de Nikos dio un giro inesperado cuando le diagnosticaron un cáncer que le costó la pierna izquierda. Sin dejar que esto lo disuadiera, Nikos decidió iniciar un capítulo nuevo en su vida y dedicarse a los deportes de alto rendimiento.

Comenzó su carrera como nadador de competición participando en una competición de 1 km en aguas abiertas en Vouliagmeni, Atenas. Sin embargo, sus verdaderas pasiones son el triatlón y el ciclismo paralímpicos. Como prueba de su dedicación y compromiso, Nikos mantiene un programa riguroso con al menos nueve sesiones de entrenamiento a la semana.

Su trayectoria en el mundo del deporte ha sido extraordinaria. En 2018, quedó tercero en la Copa del Mundo de Paraciclismo en Ruta de la UCI en Emmen (Países Bajos). Este fue un momento crucial para Nikos, ya que supuso su primera medalla internacional.

A pesar de los desafíos que conllevan los deportes de alto rendimiento, Nikos nunca se ha planteado dejarlo. Según sus propias palabras, los deportes lo hacen sentir completo como ser humano y lo han ayudado a superar momentos difíciles. Su mayor sueño es ganar una medalla en los Juegos Paralímpicos.